Edward Lewis (Richard Gere) es un rico hombre de negocios que viaja regularmente a Los Ángeles, donde se aloja en una suite de un lujoso hotel, el Regent Beverly Wilshire. Una noche se lleva al hotel a una prostituta, Vivian (Julia Roberts), con la idea de que se quede solamente una noche. A pesar de que Vivian es un tanto vulgar, Edward se siente atraído por la inocencia de la joven y le ofrece quedarse toda una semana con él por 3.000 dólares. Ella accede encantada a la vista de la paga que recibirá. En los días siguientes, los dos se irán conociendo e intimando, descubrirán nuevas facetas de sus vidas y desarrollarán sentimientos. Edward se preocupa de que ella vista con corrección y aprenda lo necesario para comportarse en sociedad. A todo esto, el director del hotel (Héctor Elizondo) será de inestimable ayuda para Vivian y su amiga Kit (Laura San Giacomo) descubrirá que Vivian siente algo más que una relación profesional con el ejecutivo, al igual que le sucede a Edward. Juntos van descubriendo que después de esa semana no podrán estar el uno sin el otro, y una de las escenas más románticas de toda la película y recordada por millones de fans es cuando Edward llega al piso donde se encuentra Vivian en su limusina, con la música de la ópera sonando y un ramo de rosas rojas en la mano para su amada.
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